El salto invisible — Homenaje a Søren Kierkegaard
¿Qué significa vivir con autenticidad? Kierkegaard nos enseñó que la
vida no se comprende desde afuera, sino desde adentro. Este cuento nace como
homenaje a su pensamiento, y como invitación a nuestros lectores y oyentes a
abrazar el vértigo de ser uno mismo. Que este Fogón ilumine el valor de elegir,
incluso cuando no hay certezas. Porque a veces, el salto más profundo es el que
no se ve.
En una colina silenciosa, donde el viento parecía pensar en voz baja, vivía
un hombre que había dejado de correr. No por cansancio, sino por decisión.
Había comprendido que el movimiento más importante no era hacia adelante, sino
hacia adentro.
Cada mañana, se sentaba frente al abismo. No era un precipicio físico, sino
uno invisible: el espacio entre lo que era y lo que podía ser. Allí, con el
mate en la mano y el alma en suspenso, escuchaba una voz que no venía del
mundo, sino de sí mismo.
"¿Te atreves a elegirte?"
La pregunta no tenía eco, pero sí peso. Porque elegir no era simplemente
decidir. Era asumir. Era saltar sin saber si había suelo.
Recordó entonces una frase que lo había acompañado desde joven: “La vida
solo puede ser comprendida hacia atrás, pero debe ser vivida hacia adelante.”
Y entendió que el salto no era hacia el futuro, sino hacia la autenticidad.
Ese día, no hubo testigos. No hubo aplausos. Pero el hombre saltó. No con
los pies, sino con el alma. Y al hacerlo, el abismo se transformó en camino.
Este Fogón honra a Søren Kierkegaard, quien nos enseñó que la fe no es
certeza, sino coraje. Que la autenticidad no se hereda, se conquista. Y que el
mayor acto de amor propio es elegirnos, incluso cuando el mundo nos ofrece
máscaras. Que este cuento acompañe a quienes hoy se sientan frente a su propio
abismo, y les recuerde que el salto invisible es también el más verdadero.
Comentarios
Publicar un comentario